“Mantenga la calma y visite Ucrania” es el mensaje que envía al mundo el sector turístico ucraniano a través de una campaña para atraer visitantes y rescatar el flujo de turistas, al negar la inminencia de una guerra con Rusia.
“No hay razón para dejarse llevar por el pánico, la situación en la frontera con Ucrania está bajo control”, insiste la campaña.
Según los promotores, “ahora es especialmente importante popularizar a Ucrania como un país atractivo, amistoso, fantástico y especial” para detener el alud de anulaciones que ha provocado la crisis entre Kiev y Moscú.
Cancelaciones masivas
Iván Liptsuga, representante de la Organización Nacional del Turismo de Ucrania, comentó a Efe que “los operadores que se dedican al turismo extranjero observan una cancelación masiva de reservas para los próximos meses”.
“Todos están a la espera de qué sucederá, porque no hay nada definido y nadie sabe cómo se desarrollarán los acontecimientos”, indicó.
Algo que no es una novedad, observa, ya que la presencia del conflicto armado no resuelto desde 2014 en el este del país ha hecho que “una serie de países recomiende a sus ciudadanos no viajar a Ucrania, y en particular, a las zonas bajo ocupación extranjera”.
Liptsuga bromeó que los ucranianos ya están acostumbrados al cabo de ocho años de conflicto “a una situación permanente de estrés e incertidumbre” en el turismo.
La caída que se observa durante los últimos meses contrasta con la bonanza de 2021, un buen año para el turismo ucraniano, que ingresó al presupuesto del Estado 244 millones de grivnas (8,6 millones de dólares), lo que representa un incremento de un 86,8 % respecto a 2020, según informó la Agencia Estatal de Desarrollo del Turismo (DART).
El año pasado visitaron Ucrania 4,2 millones de turistas extranjeros, un 26,3 % más que el año anterior.
La “INVASIÓN SAUDÍ”
Liptsuga explicó que los cinco países que tributan el mayor número de turistas son Moldavia, Bielorrusia, Rusia, Polonia y Rumanía, pero se observó un incremento considerable de viajeros saudíes en 2021.
En el hotel Kozatski, ubicado en el centro de Kiev, justo frente a la plaza (Maidán) donde en 2014 Ucrania selló su rumbo hacia Europa tras derrocar al presidente prorruso Víktor Yanukóvich, se observan por doquier inscripciones en árabe: en la entrada del elevador, en los menús y en los carteles de “prohibido fumar” de las habitaciones.
Tatiana, recepcionista del hotel, recuerda que vinieron muchos, en grupos, especialmente en verano, pero ahora, en temporada baja, el hotel solo está ocupado al tercio de su capacidad.
“Pero todavía hay saudíes que vienen a ver la nieve”, sonríe, al recordar la bonanza del año pasado.
Llamamientos a la calma
Ahora, estos logros están en peligro debido al conflicto entre Kiev y Moscú, que ha concentrado alrededor de 130.000 militares en zonas cercanas a la frontera ucraniana, por lo que cada vez se escuchan más voces que llaman a la calma.
“Estamos realmente convencidos de que no habrá un conflicto armado y la situación se estabilizará próximamente”, declaró a la prensa local la presidenta de la Asociación de Operadores Turísticos (AITO), María Yujnovets.
Según ella, aunque “el mundo comprende que no habrá una invasión a Ucrania”, la actual situación ha llevado a muchos socios extranjeros a tomar “el máximo de precauciones para evitar devolver el dinero o hacer anulaciones, por lo que ofrecen menos a Ucrania como destino turístico”.
Fuente: EFE, vosTV y Agencia Estatal de Desarrollo del Turismo (DART).