Atrás de los mitos y creencias que rodean el Sanatorio Durán, también conocido como Sanatorio Carlos Durán, Sanatorio Carlos Durán Cartín, Sanatorio de Tierra Blanca, El Sanatorio, entre otros; fue creado para albergar y tratar a pacientes que padecían de tuberculosis, contaba con todas las características de un hospital de primer mundo capacitado para albergar alrededor de 300 enfermos en la provincia de Cartago, Costa Rica.

El Sanatorio de Durán se localiza a 7 km al norte de la ciudad de Cartago y a unos 18 kilómetros al sureste del Volcán Irazú, a una altitud de poco más de 2335 msnm.
Nuestros Cómplices en Aventura tuvieron la oportunidad de visitar el sanatorio Durán donde conocieron su historia, caminaremos por sus pasillos y aprendieron más sobre el lugar.

El sanatorio fue creado en 1915 por iniciativa del Dr. Carlos Durán Cartín con el objetivo de tratar a los enfermos de tuberculosis, se convirtió en un modelo en el tratamiento de esta enfermedad en toda Centroamérica. Por su lejanía y aislamiento, el Sanatorio fue un lugar perfecto para albergar a personas que sufrían de tuberculosis, enfermedad altamente contagiosa.

Al igual que muchas construcciones antiguas alrededor del mundo se le han atribuido diversas leyendas urbanas sobre actividad paranormal, convirtiéndolo en un atractivo turístico para quienes se interesan en este tipo de manifestaciones inexplicables.

Entre las leyendas que rodean el Sanatorio Durán:
- En su época como hospital, más de un interno llegó a decir que en las noches se presentaba una monja fantasma a curar al enfermo de la cama continua.
- Otra leyenda habla de que por el Sanatorio se empezó a correr el rumor que por las noches frías y oscuras, en medio de los quejidos de los enfermos, se aparecían por los pasillos dos religiosas fantasmas, quienes llegaban a cuidar y dar alivio a los hospitalizados.
- Varias personas han relatado que dentro del antiguo Sanatorio se sienten brisas muy frías además de la aparición del fantasma de una monja y una niña.
- Hoy en día la gente cuenta que ha escuchado a las monjas en el último piso del Sanatorio. Además, dicen haber visto dos figuras, como sombras de pie al lado de las gradas, o en uno de los pequeños cuartos que están ahí.
